¿Qué quieres de mí?,
me pregunté alguna vez,
y no lo entendí,
o, ¿no lo quise entender?.
Y con el tiempo me olvidé,
lo deje pasar,
ya no me preocupó más,
el no entender, el no saber.
Y de nuevo te encontré,
y el mundo comenzó a temblar,
más preguntas vinieron a mi mente,
y no quise saber, no quise entender.
Que tonta fui, al dejarlo pasar,
ahora que una vez más,
nos dejamos llevar,
y sigo sin entender, sigo sin saber.
Alguien sabio me dijo una vez,
“Si es que amas, dañas”,
y una vez más,
no lo entendí, no lo sentí.
Hasta que me tocó sentir,
me tocó vivir,
empecé a entender,
que no importa saber.
¿Qué quieres de mí?,
me pregunto otra vez,
no sé si lo entiendas tú,
pero yo ya no lo quiero saber.
1 comentario:
si supiéramos qué quieren, se lo daríamos, si se los damos, todo sería perfecto, si todo es perfecto, no hay dolor, si no hay dolor, no hay consecuencias de este, y se callan...se callan caricias del alma que ya no tienen razón de ser...
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