domingo, 31 de mayo de 2009

Try to fool me

Tentando a ciegas, por el desierto de tu cuerpo voy,
si me tientas de buenas a primeras, yo no respondo por mis actos
y ten cuidado, ¡ay! ten cuidado,
en este juego de dos equipos que se niegan a ser unitarios,
el peligro más grande es que alguien gane por gol cover,
yo no uso estrategias, esperaba a ver las tuyas,
pero me decepcionas, pensé que eras un profesional,
dicen que no debemos jugar, pero es que es tan divertido
“Love me, love me, pretend that you love”* pareces decir,
¿te olvidas que soy yo?
No pienso botarte a patadas, ¿pero acaso tu piensas acogerme?,
Creo que voy ganando, pero me aterra tu revancha
pero , créeme que estoy preparada…
“Fool me , fool me, just go on and fool me”*


* Lovefool - The Cardigans

jueves, 21 de mayo de 2009

Cápítulo II - El padre Iván


- Hola Leticia, te ves radiante hoy, ¿vas a alguna parte, después de la cita?
- Si, la verdad que sí, tengo el cumpleaños de una amiga, y saliendo de acá no me dará tiempo para ir a cambiarme.
- ¡Ah! caramba, es bueno que te diviertas.
- No tenga dudas de que si lo hago.
- Así me gusta
- ¿Y, estuviste pensando en lo que te dije?
- Claro, estos días estuve haciendo una recopilación de mis más importantes relaciones, solo le contare de las más importantes, porque ha habido muchas más pero que no pasaron de algo extremadamente informal.
- Entiendo, entiendo, pero no dice Ud. que nunca se enamoró, pero sin embargo habían relaciones con la etiqueta de importantes.
- Que nunca me haya enamorado, no quieres decir que no haya conocido a gente grandiosa, que marcaron mi vida de una u otra manera.
- Si, si, bueno, tiene usted razón, disculpe mi ignorancia sentimental.
- No se preocupes – en este punto la conversación se estaba tornando realmente divertida.
- Bien, empecemos, ¿ con quién empezamos?
- Con el padre Iván, Doctor
- Cierto, el cura, presiento que está será una historia muy interesante.
- Créame que si.




Iván Sotomayor, era un adolescente normal, ni tan idiota, ni tan pendejo, era muy simpático, por lo que tenía a varias chicas detrás de él, pero el nunca les dio mucha importancia, era algo que a Caro y a mi nos desconcertaba, eran chicas muy bonitas que prácticamente se le tiraban encima, pero a el le llegaban altamente, decía que no eran lo suficientemente interesantes para él.

Caro, él y yo, éramos inseparables desde que nos conocimos en Primero de Secundaria, nos la pasábamos de lo mejor, íbamos de arriba para abajo juntos, muchas chicas nos envidiaban a Caro y a mi, y otros tantos pensaban que Iván era tan pendejo, que estaba con las dos, nosotros les dejábamos creer lo que quisieran.

El fue el que nos incitó a emborracharnos por primera vez, en su casa, me acuerdo, teníamos 14 años, sus padres habían viajado y lo habían dejado solo, así que Caro y yo les dijimos a nuestros padres, que nos íbamos a quedar a estudiar en la casa de Iván, mis padres y sus padres eran muy amigos así que mi mamá tenía mucha confianza en esa familia. Iván compró dos botellas de ron y un sixpack; con una botella estábamos tirados en el piso cantando el Himno al colegio mientras no parábamos de reirnos, hasta ese momento, esa noche había sido la mejor de mi corta y adolescente vida. Al día siguiente a limpiar el vómito en la sala, y a comer cebolla para que se nos pasará el aliento a licor.

Él también fue el primero que me hizo probar un cigarro, tenía un gran poder de persuasión, desde ahí, nos escondíamos tras los árboles del jardín del colegio, a fumar en los recreos.
Y como muchas primeras veces en mi vida, también, el fue mi primer enamorado.

Fue muy gracioso como todo empezó; Caro y yo le habíamos presentado a una chica que prácticamente nos había rogado que le hiciéramos el pase con Iván, la chica nos caía muy bien, por lo que para nosotras no significó mayor problema, los presentamos y le dijimos a Iván que sería una buena idea que salieran al cine para que se conocieran mejor, después de arrodillarnos y hasta pagarle creo, aceptó; fueron al cine, después de eso Iván vino muy enojado y me dijo que nunca más aceptaría salir con una chica que le presentásemos, me contó que la chica se le tiró encima y no paraba de besarlo toda la función, que al ni siquiera le gustaba, que era una chica como todas las demás.

-Pero, Iván, entonces, ¿qué chica te gusta?
- ¡No te das cuenta que me gustas tú!

No lo podía creer, mi mejor amigo quería algo conmigo, recuerdo que no supe que decir en ese momento me puse muy roja y creo que solo atine a tartamudear, lo siguiente que Iván hizo fue ponerme contra la pared y estamparme un beso con chocada de dientes incluidos y de ahí salió corriendo. Yo me quedé parada en la puerta de mi casa tratando de asimilar lo que había ocurrido, ¿acaso Iván acaba de besarme?; debo admitir que ese no fue mi primer beso, aunque siempre lo cuento como el primero, un par de años atrás de ese “nuevo primer beso”, me hicieron besarme con el amigo de mi primo mientras jugábamos la botella borracha, fue asqueroso, así que nunca suelo contarlo, para mi, mi primer beso me lo dio Iván Sotomayor Urquiaga.

Al día siguiente en el colegio, los dos estábamos completamente abochornados, no podíamos ni mirarnos a la cara, Caro estaba muy extrañada, no sabía que era lo que nos pasaba, en el recreo fuimos al baño, y se lo conté todo, casi se desmaya, “Ya me las olía que algo así ocurriría” fue lo que dijo, ¡Y por qué diablos yo no me olí nada!.

-Y, Entonces ¿ya están?
-¿Qué?, ¿estar?, ¿Iván y yo?
-Claro, monga, el quiere contigo, ¿la pregunta es tú quieres con él?


La noche que siguió a esa conversación, no dormí, me la pase pensando en que pasaría entre Iván y yo, me dije “Me entiende, sabe todo de mi, nos la pasamos de lo mejor juntos, es súper inteligente y además es lindo”.

Así que lo primero que hice a la mañana siguiente fue ir a buscar a Iván a su casa para ir juntos al colegio, apenas salió de su puerta, fui esta vez yo quien lo estampó contra la pared y lo besé, esta vez ya sin chocada de dientes.

Desde entonces comenzó el “Iván y Leti” por todos los pasillos del colegio, fue una relación bonita debo admitirlo, y una de las más importantes de mi vida. En el colegio todas las chicas me envidiaban y querían verme muerta, o peor para ellas, gorda, eso alimentaba mucho mi ego. Era aparentemente la relación perfecta mis padres lo amaban, sus padres me amaban, en el colegio los profesores nos amaban, parecíamos una pareja de portada o algo así.

Iván además fue mi primera vez, algo que en verdad no me arrepiento y me alegro que haya sido con él, aunque cada vez que entró a una iglesia que son muy pocas las veces que lo hago, no sé porque me agarra un sentimiento de culpa, como si Iván hubiera sido cura cuando teníamos 16 años.

Mi primera vez con Iván fue muy graciosa, accidenta, dolorosa obvio, pero muy linda dentro de todo.

Sus padres habían viajado otra vez, Iván y yo ya estábamos por cumplir el año de enamorados, y usted sabe, 16 años, casa sola, las hormonas alborotadas, aunque créame que las hormonas las tengo alborotadas hasta ahora.

No lo habíamos planeado, era algo que siempre ronda en la cabeza de cualquier chico de 16 años obvio, y aunque Iván y yo habíamos hablado un sin fin de veces del tema, no habíamos decidido una fecha aún, pero estaba claro que queríamos hacerlo, solo que los dos estábamos aún temerosos. Pero estaba casi tácito en el ambiente que esa noche iba a suceder, para esto yo sabía muchas cosas en teoría, Caro ya había iniciado su vida sexual mucho antes que yo y era yo la que tenía que escuchar todas sus nuevas experiencias.

Iván se portó de lo mejor, incluso cuando le grité su vida, puesto que me dolió como los mil demonios, nos quedamos abrazados largo rato en la oscuridad y de ahí empezamos a hablar de cualquier otra estupidez como solíamos hacerlo siempre, cuando en eso Iván soltó un “Te amo”, yo no sabía que decir, ¿qué se supone que tenga que decir?, yo no sabía que era amor, y no sabía si era eso lo que sentía por Iván, así que para no malograr el momento yo le dijo “Yo también” ,no, un yo también te amo, sino un “yo también”.

Después de esa noche me puse a reflexionar en si en verdad lo amaba, le pregunté a Caro si es que ella amaba al chico de turno con el que estaba y me dijo “No lo sé, no es algo que me haya puesto a pensar, ¿no estamos demasiado jóvenes para saber eso?”. No sé si Caro tenía razón, pero el hecho de que Iván me haya dicho Te amo, era para mi como si me propusiera matrimonio y eso me asustó.

Me puse a analizar el tiempo que había estado con Iván , ya casi un año, y me di cuenta que la pasábamos bien, igual que como cuando éramos amigos, las cosas no habían cambiado mucho, Iván y yo seguíamos siendo amigos, solo que a eso había que agregarle los besos y el sexo, que la verdad no sabían igual que antes. Iván era el enamorado perfecto, pero no sé algo le faltaba a nuestra relación , yo no sentía las maripositas , ni nada de esas cosas, faltaba no lo sé, con el tiempo me di cuenta de que para enamorarme de Iván faltaban muchas cosas, y que derepente confundí esa amistad con algo más, algo de lo que no me arrepiento, porque aún así mi relación con Iván fue de lo mejor.

Terminamos al cumplir el año y el mes, los dos estuvimos de acuerdo, el también sentía que faltaba algo, quedamos en seguir siendo los mejores amigos por siempre; algo que al principio no se cumplió pues era algo difícil hacer como si no hubiera pasado nada, pero no se trataba de hacer como si no hubiera pasado nada, sino aceptar que había pasado algo, y que ahora iban a pasar cosas diferentes, nada más. En eso Caro, tuvo un papel muy importante si no hubiera sido por ella para Iván y para mi hubiera sido más difícil el cambio.

No lo considero como una ruptura de corazón, yo estaba bien, solo me acongojaba el hecho de que Iván de repente no lo estuviera, cosa que con el tiempo se fue aminorando , pues Iván me aseguró mil veces que estaba bien, y aunque al principio nadie se lo creía, yo sé que Iván si estaba bien, por lo menos en cuanto a cuestiones del corazón, pues por esos tiempo ya eran otros sus problemas.

Terminamos la secundaria, e Iván y yo fuimos juntos a la fiesta de Prom., nos emborrachamos como nunca y terminamos saltando a la piscina diciendo cuando nos queríamos y prometiendo ser amigos para siempre; cosa que créame se ha cumplido hasta ahora.

Al ingresar a la Universidad , Iván empezó a cambiar, el quería estudiar Antropología, por lo que los tres coincidimos en algunos cursos de Estudios Generales Letras, mientras que para Caro y para mi comenzaban las interminables noches de parranda, Iván se encerraba en su casa, y siempre decía que estaba estudiando; cosa muy rara pues en toda la secundaria Iván ni siquiera estudiaba y aún asi sacaba muy buenas notas, pensé debe ser diferente en la Universidad, pero no, Iván estaba pasando por una crisis vocacional.

Pasó el primer año de universidad, yo ya estaba saliendo con otro chico, y Caro con varios más, nos preocupaba que Iván no saliera con ninguna otra chica, habían chicas muy bonitas en la facultad y no solo bonitas sino también muy inteligentes , como a Iván le gustaban, algo pasaba con él, y teníamos que averiguarlo.

Caro me dijo que yo hablara con él, pues a mi me confiaba más sus secretos, lo invité a tomar un café, y le dije : “Iván, tu tienes algo, a mi no me engañas, ¿Qué sucede?”; me miró fijamente a los ojos y me dijo “Leti, quiero ser cura”, lo primero que pasó por mi cabeza fue reírme pues pensé que era un tipo de broma, conociendo a Iván, pero al verlo tan serio y al borde de las lágrimas, definitivamente eso no era broma.

- ¿Qué?, ¿Cómo así?
- Si, Leti, mi cambio se debe a que todo está muy confuso ahora, recuerdas la vez pasada, esta chica de la clase de Historia.
- ¿Cuál? ¿La que habla de Dios todo el tiempo?
- Si, ella, bueno me pareció simpática, asi que la invité a salir, al principio como a ti, me aburría que estuviera hablando de Dios a cada momento, y ella notaba eso en mi rostro, asi que me desafió, me dijo a que no me atrevía a ir a un retiro espiritual con ella, que yo tenía miedo de forjar el cambio en mi; al principio me pareció una completa ridiculez, tú sabes que yo, bueno nosotros, nunca hemos sido tan católicos que digamos.
- Bueno, ¿y, fuiste?
- Si, fui
- ¿Y sentiste el llamado?- no pude evitar reírme en ese momento.
- Leti, es en serio, ven, por eso no quería contarles nada, sabía que se iban a reír.
- Lo siento, lo siento, prosigue
- Bueno, si aunque suene estúpido sentí el llamado, en verdad, en ese momento de reflexión, sentí que todo se aclaraba de repente, que el camino estuviera claro, tenía que entregar mi vida a Dios.
- Entonces, ¿cuál es la confusión?
- Que no entiendo porque Dios me ha elegido a mi.
- Bueno, Dios maniobra de formas misteriosas, o algo asi, escuché.
- Exacto
- Entonces Iván. no veo el problema, si ya lo tienes todo claro, adelante.
- Gracias, Leti, sabía que a pesar de todo me entenderías.
- Solo me queda una duda
- ¿Si?
- No tienes que ser casto para meterte a eso- los dos reímos como locos, a partir de ese momento las cosas dejaron de ser tan tensas.


A pesar de que le había mostrado mi apoyo, yo no dejaba de estar en shock, Iván , el chico por la que todas se morían, al que le aburrían las misas, el que aborrecía las formaciones cuando nos hacían rezar todo el rosario, el excelente besador, el rebelde; ¿CURA?, era simplemente algo fuera de este mundo.

Cuando se lo contamos a Caro casi se desmaya, al principio Caro trató de disuadirlo, ella decía que no podía desperdiciar su juventud así, pero ya con el tiempo lo aceptó.

Nunca lo entendimos, pero siempre lo apoyamos, estuvimos ahí el día de su orden, es el cura más simpático que alguna vez haya visto, si hubieran habido curas así en el colegio, las clases de religión no hubieran sido tan aburridas.

Pero Iván es Iván, y si cree que se entregó de lleno y fue un santo cordero de Dios se equivoca, lo es claro, pero a su manera, es el anarquista de la Iglesia, de vez en cuando seguimos tomándonos unos tragos, y el sigue fumando como loco. Es párroco de una Iglesia que la verdad no me acuerdo el nombre, el sabe de mi posición sobre la Iglesia, pero tratamos de no hablar de ello para no malograrnos más el hígado, que el único que nos lo malogrará será el alcohol, como dice Iván; también es profesor de religión de un colegio católico de niñas bien, cuantas chiquillas se le habrán insinuado, en verdad que es fuerte mi gran amigo.

Él, Caro y yo seguimos siendo grandes amigos, muestra de ello es que fue Iván quien casó a Caro, y que algún día piensa casarme a mi dice, yo le refuto y le digo “¿Quién dice que me casaré por religioso?”, “Si Caro lo hizo, ya no hay imposibles”.

En la boda de Caro nos la pasamos de lo mejor, nos emborrachamos y empezamos a acordarnos de nuestra época del colegio y de todo lo que habíamos vivido juntos, hasta se animó a bailar él que nunca baila.

- Debes sentirte muy orgullosa de ser la única mujer de la que me enamoré.
- Tampoco hay mucha competencia ¿no?, excepto Dios, que con el no puedo competir, dicen que es más bonita.
- Muy graciosa
- Pero, si, si me siento orgullosa , pero me siento más orgullosa de tener a un amigo como tú.
- Deberías, deberías.

Y esa es la historia de Iván Sotomayor, el Padre Iván, hasta ahora me parece muy gracioso decirlo.





- Una historia muy bonita, Letizia; pero no entiendo, ¿cuál fue el problema?, ¿por qué se llegó a enamorar?
- Era muy joven, doctor, sé, lo que dicen para el amor no hay edad, pero a mis 15 años no tenía previsto enamorarme de alguien, simplemente no lo quería.
- Me cuesta creer que una chiquilla de 15 años no quiera enamorarse.
- Es que yo era, bueno soy media rara, usted sabe.
- Para, nada Letizia, usted no es rara, solo que piensa diferente respecto a algunas cosas.
- Bueno, si.
- Pero nadie tiene previsto enamorarse, Letizia, esas cosas suceden, y lo toman a uno por sorpresa, así que debe haber algo más por lo cual usted no haya podido enamorarse de Iván, si todo iba perfecto como Usted dice.
- El problema con Iván, doctor, era creo yo, que mentalmente me llevaba muchos años más.
- No lo creo, usted es una mujer muy inteligente.
- Si lo sé, doctor, pero usted no conoce a Iván, y tampoco me conoció a mi cuando tenía 15 años. Iván era el calmado de los tres, el pensante, el analítico, nunca hacía las cosas sin pensarla, nunca se aventuraba a nada, es muy metódico.
- Pero no dice Usted, que Iván era el que las incitaba a emborracharse y a fumar, y que a parte era un rebelde
- Si, si, pero eso no tiene nada que ver doctor, beber y fumar no es malo de vez en cuando, y es cierto que nos hacía tomar el primer trago, pero podía darle sobredosis a él, pero a nosotras nunca, entiende, siempre fue como el padre de las dos, y eso a mi, a los 15 años, muchas veces me resultaba aburrido.
- Ósea, usted busca un irresponsable que no la cuide.
- No, para nada, a mi encantaba y me encanta que Iván se preocupe por mi, el problema es que yo a Iván lo veía como a un adulto e Iván a mi me veía como una chiquilla, no era el simple hecho de cuidarme, el pensaba que éramos inmaduras, y bueno lo éramos.
- Entonces, usted dice que el problema es que los dos tenían edades mentales diferentes.
- Algo así lo llamo yo, yo tenía 15 años, mi vida recién comenzaba quería divertirme, alocarme, e Iván era todo lo contario, mientras yo vivía ese proceso de liberación, Iván vivía un proceso de maduración muy temprana.
- Pero si Iván no hubiera sido cura, y usted hubiera alcanzado ese proceso de maduración, ¿usted cree que hubiera podido enamorarse de el?.
- No lo se, tal vez si, pero Iván es cura , y yo cambié también.

¿Usted es soltero?


Capítulo I - Agenda


El despertador sonó - ¡Mierda!, es la primera palabra que se me vino a la cabeza, hacía tanto frío que daban ganas de quedarse arropada entre las sábanas, además me esperaba un día realmente ajetreado .

Me levanté, me puse mi bata de felpa regalada por mi preocupada madre, que a cada momento me repetía “Letizia , ponte algo más abrigado, te vas a enfermar, con lo plagosa que eres, te vaya a agarrar una neumonía”; bueno tenía razón, no había enfermedad que a Letizia Sagástegui no le hubiera dado, pero bueno era muy temprano para pensar en enfermedades, madres y ropa abrigada; tenía que apresurarme.

Mientras me bañaba repasaba la agenda para el día de hoy:

8: 00 a.m: Desayuno con Franco Miller, eso significaba tener que aguantar dos horas de sus interminables historias acerca de sus viajes por todo el mundo y cuando conoció al Papa, al Presidente, a tal estrella de Hollywood y demás, pero tenía que, tenía que tragarme todas esas historias y sonreír servicialmente, todo con tal de que firme un millonario contrato con la Revista; la verdad no sé porque me mandaban para estas cosas a mi, nunca fui buena negociando, ¡Era periodista Dios!, escribía precisamente porque era la mejor manera de comunicarme con la gente, no me manden a ser diplomática con gente que en verdad detesto, pero en fin como me decía Alonso, el Director de la Revista, “Business are Business, Leti”.


10:30 a.m : Reunión con Alonso para informarle que Franco había aceptado, porque más me valía que el hubiera aceptado, de lo contrario Alonso no me recibiría en su oficina. Alonso era uno de esos tipos que pensaba que todo era potencialmente dinero, un empresario innato, a pesar de que el también era Periodista, y normalmente nosotros los periodistas tenemos una formación mas humanística, pero Alonso era todo un hombre de negocios, aunque yo no solía ver con muy buenos ojos a gente así, Alonso y yo nos llevábamos bien, hacíamos un muy buen equipo.


11:30: Trabajar en mi artículo acerca de los movimientos universitarios actuales, había sido un trabajo muy interesante en verdad, me llevó a infiltrarme en las universidades y hacerme amiga de algunos dirigentes estudiantiles, fue muy divertido, sentí que retrocedía algunos años a mi época de universitaria que debo decir que fueron “años maravillosos”, aunque cuando estaba en la Universidad nunca me metí en política ni nada de esas cosas, a pesar de tener muchos amigos metidos en ese mundo, era más que nada un agente observador, analítico, me gustaba asistir a las marchas, pero quedarme a un lado observando a la gente, entrevistando a los dos bandas, en fin, creo que es mi innata vocación de periodista.

1:30: Si es que no me quedaba pegada escribiendo y editando, a esta hora sería ideal salir a almorzar, ya muchas veces había pasado que me olvidaba de almorzar, si, simplemente me olvidaba, estaba tan concentrada en lo que hacía que perdía la noción del tiempo, cuando me daba cuenta ya eran las 5 de la tarde y todos ya estaban dejando sus escritorios.

3:00 p.m: Revisar como van los editores con el artículo de Johana; Johana estaba de vacaciones por lo cual me había encargado que por favor estuviera al tanto de los avances en su artículo, en verdad quería que lo publicaran, pobre Joha, no sé que tenía Alonso en contra de ella, pero pocas veces sus artículos salían publicados, y no era que escribiera mal o que fueran poco interesantes, simplemente Alonso se negaba a publicarlos, cosas entre ellos, mejor ni me meto.


6:00 p.m: Cita con el psicoterapeuta, es raro , ya no me parecía un suplicio como antes, ya se había convertido en parte de mi vida, de chica había asistido a varios psicólogos, por pequeños problemas en realidad no muy graves, y mis experiencias no eran buenas, pero éste psicólogo al menos me caía bien, se llama José Luis, aunque el insiste en que lo llame Pepe, era joven, no pasaría de los 40 años, a pesar de la confianza que el me inspiraba igual me sentía incómoda contándole mi vida a un extraño. Empecé a ir a terapia hace dos años mas o menos, cuando tuve una especie de surmenage, exceso de trabajo, demasiado estrés, hicieron que un día me desmayara en plena entrega de un premio a la revista, fue la vergüenza de mi vida, gracias a Dios no me acuerdo de mucho; mi madre pensó lo peor; como siempre; pensó que yo tenía un tumor en la cabeza y pronto iba a morir; pero no, que tumor ni que nada, había llegado a mi tope, eran demasiadas cosas para mi, tenía que tomarme un año sabático e ir a terapia , esa fue la recomendación del doctor, ¡Un año sabático, imposible!, en mi vida ni siquiera me había tomado un mes sabático y ya querían que me tomara un año, pero todos confabularon en mi contra y decidieron que tenía que dármelo, así que hicimos un trato, no sería un año, sino medio año, y bueno aceptaron, debo admitir que ese medio año me ayudó bastante, viajé como mochilera , que había sido mi sueño desde adolescente, y claro empecé la terapia con Pepe, al principio en verdad lo necesitaba, pero ahora creo que iba más para desfogarme con alguien a quien le pagaba para que me escuche. Y empezaba a ser algo reconfortante.

9:00 p.m: Cenar con mi querida madre y hermana, teníamos que planificar el baby shower de mi otra hermana, ahí llegaba la interminable pregunta ¿ Y tú cuando Leti?, “Mamá apenas tengo 30 años, aún no está en mis planes”, “Pero, hijita 30 años, no se te vaya a pasar el tren”, en esos momentos me quedaba callada y me hacía la que escuchaba. “Ay mamá, si fuera tan fácil”…


















“Maldito semáforo”, me pregunto si en todas las avenidas el tiempo de cambiar de rojo a verde es el mismo, pues a mi me parece que en esta se demoran más, harán que llegue tarde a mi terapia, bueno esta bien, tal vez me haya demorado más de lo debido reescribiendo mi artículo, debí haberme programado mejor, sabiendo lo viciosa que me vuelvo cuando comienzo a escribir.

6:15 p.m Por la puta madre, llegaré tarde, espero que Pepe no se enoje, suele ser muy tajante con esto de la puntualidad, algo visto como de otro mundo aquí en nuestro querido país.


-Hola Pepe, lo siento, en verdad, me tuve que quedar terminando mi artículo, perdí la –
noción del tiempo, tú sabes como soy, además el maldito semáforo.

Pepe soltó una carcajada, gracias a Dios no se había enojado, la vez pasada que llegué tarde, a las justas me saludó.

-No te preocupes, Letizia, tienes suerte que el paciente anterior no haya acudido a su cita, bueno, bueno, siéntate, cuéntame que tal estuvo tu semana.
- Bueno, ya sabe, trabajo, trabajo, y más trabajo, pero no lo tome a mal, no me estoy quejando, amo mi trabajo, no se que haría sino trabajara en este medio.
-Eso es bueno Letizia, lamentablemente es muy poca la gente que disfruta de lo que hace. Y dime, ¿saliste a correr esta semana, como te lo recomendé?
-Mmmm, bueno, salí los 2 primeros días, pero después, usted, sabe, con el frío tan rico no da ganas de levantarse más temprano de lo habitual.
-Ay Letizia, te dije que salir a correr te relajaría, bueno si no quieres correr entonces practica otro deporte, o ve al gimnasio en la noche cuando termines de trabajar.
-Está hablando con la persona menos deportiva de este mundo, es más me asombra como es que estoy tan flaca, pero bueno lo intentaré.
-Lo harás.
-Esta bien, esta bien, lo haré
-Bueno Letizia, algo que me quieras contar en especial, algo que te haya hecho pensar esta semana.
-En realidad nada muy importante,… ¡ah no!, espere, el sábado se caso mi mejor amiga, Carolina, creo que si le hable de ella.
-Claro, claro.
-Conozco a Caro desde que tengo 12 años mas o menos, cuando entramos a la secundaria, le juro que pensé que sería la última en casarse o es más que nunca se casaría.
-¿Por qué dice eso?
-Bueno, como le explico, de jóvenes, perdón de más jóvenes, porque aún soy joven – Pepe soltó una carcajada ante mi ocurrente frase- Caro era una chica muy, como decirlo, loca, libre, rebelde, anarquista, siempre daba la contra a todos, bueno en si, las dos éramos así, creo que aún lo somos, pero usted sabe, la efervescencia de la juventud, hace que todo sea más intenso. Y precisamente por ir en contra de la corriente, Caro y yo decíamos que nunca nos íbamos a casar ni tener hijos, con el paso del tiempo yo cambié de opinión y empecé a pensar en que nunca había que descartar opciones, pero Caro siempre seguía firme con su posición, hasta que miré usted, se enamoró, y se casó con toda la parafernalia rosa del evento o mejor dicho blanca, hasta se casó de blanco la muy perra, cosas de la vida.
- Pero ¿estás contenta por ella o no?
- Si, si ella es feliz, yo también, solo que es raro, usted sabe, me acordé de cuando teníamos 20 años y creíamos que todas estas cosas eran simples cursilerías.
-¿Y qué piensas ahora? ¿Siguen siendo cursilería para ti?
- Ya no creo que sean cursilerías, creo que en verdad debe ser importante para las personas que lo hacen, para mi tal vez no signifique mucho.
- Pero nunca hay que descartar opciones ¿verdad?.
- Claro, nunca hay que decir nunca, tal vez en algún momento de mi vida conozca a alguien que me haga sentir la necesidad de pasar el resto de mi vida con el.
-¿Y se casen y sean felices para siempre?
-Yo creo que uno se casa desde el momento que asume un compromiso con la otra persona, no necesariamente tienes que firmar un papel, eso es más un show que otra cosa, y bueno necesario si es que vas a pasar mucho tiempo con esa personas y van a compartir muchas cosas y bienes en común, ya sabe, después terminan divorciándose y viene el lío de la separación de bienes.
- Por lo que veo no tienes mucha fe en el matrimonio.
-No es eso, ya le dije, sé que hay algunos casos que puede durar para siempre, también se que hay matrimonios felices, y también se que la gente se puede enamorar.
-¿Tú nunca lo has estado?
-¿Estado qué?
-¿Enamorada?
- No lo sé, he estado pensando en eso a raíz del matri de Caro, el cura que los casó, fue mi primer enamorado, y mi mejor amigo , los tres éramos inseparables en el colegio, paradójico eh, se volvió cura, el que soñaba con la mujer perfecta y tener una linda familia se volvió cura y terminó casando a la que pensaba ser libre toda su vida y no compartirla con ningún hombre.
- El mundo da vueltas, ¿entonces el fue tu primer amor?.
-Yo no mencione amor, fue mi primer “enamorado” si es que queremos ponerle una etiqueta, pero nunca llegué a enamorarme de él.
- ¿Ni de nadie?
- Si, bueno, creo que de nadie.

La cena con mi mamá estuvo cargada de tensión como siempre, los mismo reclamos de siempre, las mismas preguntas de siempre, “Leti, la vez pasada que fui a tu departamento, estaba todo tirado por los pisos, ya habrás arreglado todo ¿no?”, “Si, mamá”. La verdad era que no, debo admitirlo, soy una persona extremadamente desordenada, todo lo contrario al resto de mi familia, cualquiera que entra a la casa de mi madre, debe pensar que se pasa limpiando y arreglando todo el día, cosa que no está muy distante de la realidad.

Pero en fin, es mi familia, es mi madre, y aunque siempre me reclame que cuando me casaré, que debo ser más femenina: “Hijita, ahora las mujeres son tan poco femeninas, por eso hay tanto gay”, solía decirme, igual con todo eso la quiero mucho y disfruto las cenas con ella, terminan con varias copas de vino y contándome de su adolescencia y cuando conoció a mi padre. Mi padre, mi querido padre, mis padres se separaron cuando yo tenía 17 años, no fue tan traumático, ya lo veía venir, la menor era yo así que no había por que luchar por la custodia ya que faltaba poco para que cumpliera 18, y en si, fue un divorcio amistoso, mis padres se llevan bien hasta ahora, aunque claro siempre hay esas pequeñas y no tan pequeñas peleas, es que es imposible no discutir con mi madre, es tan rico enfrascarnos en esos debates con esa pequeña señora de 55 años.

Después de la cena me dirigí a mi casa, manejar me parecía tan terapéutico, y en el camino a casa, me puse a pensar en la cita de hoy con mi terapeuta, me dijo que para la próxima cita vaya recordando acerca de todas mis relaciones, que nos íbamos enfrascar en un viaje e íbamos a descubrir el meollo del asunto. Con el meollo del asunto se refería a mi incapacidad de enamorarme, asi lo habíamos denominado; debo admitir que era un tema que últimamente rondaba en mi cabeza, mis mas cercanas amistades se estaban casando, se habían enamorado, y si no lo estaban ahora , todas hablaban de las veces en que se habían enamorado, yo nunca tenía algo que contar al respecto; he tenido muchas parejas, pero con ninguna de ellas sentí “maripositas en el estómago”, ni sentía “que el tiempo no pasaba” y cosas por el estilo de las que las personas siempre hablan, nunca me había preocupado tanto, pero ¿en verdad era un problema?



miércoles, 6 de mayo de 2009

Lista estúpida

1.No sé porque quiero hacer esta lista.
2.Tal vez es porque este aburrida
3.Pero me pareció interesante
4.Estoy muy cansada
5.Siento como si hubiera hecho mucho ejercicio
6.Cosa imposible en mi
7.Tal vez me de gripe
8.No, no es la porcina, espero
9.Quiero un machiato y Donnas
10.Hace días que digo que me espera tarde de Naranja Mecánica
11.Sigo en busca de trabajo
12.¡Por qué no me llaman de Two music!
13.Amo a James Dean
14.¿Quién no?
15.Me encuentro en una disyuntiva
16.¿Fogata o Fiesta Ochenta y Z?
17.Pepino tiene una regresión
18.Me he dado cuenta que Mari es una acosadora
19.Y me preocupa u.u
20.No entiendo a las mujeres
21.Menos a mi (se supone que soy mujer)
22.Intento de convencer a Fio que estudie Comunicaciones
23.Hoy ayudé a Fio a mudarse
24.En realidad solo estuve echada en su colchón
25.Me dieron ganas locas de vivir sola
26.Quiero ir a Bohemios
27.Novedad!
28.No sé porque se tienen que enumerar la ideas
29.Es estúpido, lo sé
30.Pero, ya…. que xuxa
31.Karem no viene =(
32.Terminé de leer Brida
33.A pesar de que no queria porque es de Paulo Coehlo
34.Pero igual me pareció interesante
35.Gracias Gordo xD!
36.Pepino al fin me devolvió mis libros
37.Yo no le di su púa xD!
38.No quiero ir a Lima
39.Aunque veré a Jime
40.Que debe pensar que la estoy acosando
41.Son las malas juntas de Mari
42.El teacher J.C es el hombre perfecto
43.Me he dado cuenta que me gustan los perdidos
44.Novedad, otra vez
45.El chato me intriga
46.Me duele la cabeza
47.Hoy iré de frente a la cama sin leer =(
48.Necesito dinero
49.Hoy conocí a Wendy y me pareció muy divertida
50.Tenía que llegar a 50 xD!

domingo, 3 de mayo de 2009

¡Pobre huevón!

Pobre huevón , de boca partida
por los labios de una puta,
Ay! de aquel que me refuta
que aquella niña de mirada penetrante
no es más que una chiquilla jugando a ser la amante.

Pobre huevón, que piensa que se hace el interesante
cuando no es más que un pobre diablo dando pena con ese semblante.

Pobre niña de mirada penetrante, que vive en una nebulosa
con sabor a cocaína y cigarrillos de procedencia dudosa.

Yo los observo desde lejos, pero me callo, me callo no por cobarde
sino porque me da pereza levantarme y gastar mis palabras en vano.

Pobre huevón, de “huevos bien puestos”,
¿dónde quedó la testosterona?,
¿se la bebió toda? ¿o se consumió por falta de uso?,
no eres más que una mentira, bueno en parte ya lo sabías,
pero ahora son dos vidas totalmente ficticias.

Y yo los observo desde lejos, con mi copa de vino en la mano
y con un pucho en la otra, con una sonrisa que esbozan mis labios
y con un solo pensamiento que retumba en mi cabeza
“Pobre huevón”.