martes, 6 de mayo de 2008

Lugar perdido

Embusteras risas de alegría mal fingida,
palabras vacías carcomían mi herida,
la niebla se acercaba poco a poco a mi vida,
y el miedo me acechó, me tomó y trastocó.

Voces discutían en mi cabeza todo el día,
mientras yo miraba pasar los días,
el vacío se hizo mi amigo,
junto con la hipocresía y el desatino.

Alojada ya en ese lugar perdido,
construí mi morada a base de rencor,
y aunque por momentos me pareció el lugar perfecto,
aún así, sentía el frío que produce el dolor.

Soledad engañosa, tranquilidad mentirosa,
y pensar que les confié mi vida
para que sanaran mis heridas ,
y lo que recibí a cambio fue una vida vacía.

Cuando quise escapar de esa oscuridad,
voces gritaban mi nombre,
“Nos perteneces, Minerva de la Noche”,
y caí una vez más, soy adicta a la soledad.

Y cuando conquistaron todo mi ser,
cuando morí diez veces, tal vez cien, no lo sé,
quisieron más, tomaron mi alma,
destruyeron mi vida, me dejaron completamente vacía.

Pero logré escapar a pesar de estar envenenada,
salí a rastras, cayéndome por las llagas,
crucé aquel sendero, divisé una luz,
no dudé, corrí y la alcancé.

1 comentario:

Álvaяo dijo...

Estos cuartetos parecen góticos. "..cuando morí diez veces, tal vez cien, no lo sé.." este verso sonó excelente. Hay que decir 'vasta!' y salir de esa oscuridad taciturna que nos aqueja.