domingo, 25 de octubre de 2009

Te invito a aquel bar


Todo había cambiado, las mesas ya no eran aquellas que tenían rostros de Rockstars , ya no estaban los cuadros de los mejores discos de todos los tiempos, la barra había cambiado de lugar, el cuarto donde se reunía con los demás chicos a emborracharse, entre otras cosas, había sido convertido en almacén, lo único que no había cambiado era el escenario, seguía siendo el mismo , aún podía verse parada ahí, frente al micrófono cantando alguna canción de Blind Melon o de Lisa Loeb allá por el año 1994.

Era difícil imaginar que dentro de una semana, ese lugar, escenario de tantas aventuras y también desventuras, iba a ser demolido para dar lugar a otro edificio, uno más, en esta cada vez más caótica capital.

A pesar del polvo y las telarañas, se atrevió a sentarse y encender un cigarrillo, en su mente sonaba No Rain, y recordaba la primera vez que llegó a aquel bar.

Sus amigos acababan de perder a la vocalista de su banda , la chica salió embarazada y fue obligada a salir del país, tuvieron que hacer de todo para convencer a Erika de cantar en el bar , si, “The Yellow Submarine”, uno de los tantos que abarrotaban las calles de Barranco.

Ella decidió probar, les dijo que iría a chequear el bar primero, para ver si es que el ambiente le gustaba, cosa muy estúpida para una niña de 18 años que amaba la música y que no había ido nunca antes a otros bares como para poder comparar “ambientes”.

Apenas entró lo vio a él, probando sonido, el pareció notar su presencia al instante, y le sonrió, con esa sonrisa de rockero arrogante que a él le encantaba aparentar ser.

Ella aceptó tocar ahí, nunca lo dijo, pero él influenció mucho en esa decisión, a pesar de que al instante de que se conocieron comenzaron las peleas y los malos entendidos, ahora se ríe, tanto tiempo gastado por no poder dejar el orgullo de niños queriendo ser grandes de lado.

Y así cada viernes ella deleitaba al público con su voz, por ese entonces ella vestía toda de negro, hasta había escondido su cabello castaño claro con un tinte negro azabache que hacía empalidecer más su rostro, delineaba aquellos ojos celestes con todo un frasco de delineador negro, tenía esa mirada de chica mala, pero en el fondo seguía siendo aquella dulce niña que hablaba con las flores y lloraba cuando su padre no le tocaba una canción antes de dormir.

“All i can say is that my life is pretty plain”… ese era su himno por ese entonces, en el verano del 94, apenas pisó aquel bar, eso comenzó a cambiar.

Como olvidar la primera vez que subió al escenario, se olvidó la letra de “Stay”, quería que la tierra la tragase, pero él subió y se puso a cantar con ella; la primera borrachera , donde terminó vomitando encima del dueño, y el solo atinó a reírse, buen tipo el “negro”, ¿qué será de su vida?; y cuando se peleó con Verónica por “una mesa”, cuando el fondo de todo era un cuadrado amoroso de jóvenes confundidos, y las noches en el “cuarto de al fondo”, solo para los chicos de la banda, se pasaban las noches bebiendo tequila, fumando marihuana y escuchando algún disco de los grandes del rock, y como olvidar ese cuarto con él, su primera vez y la última noche con él.

Tantas cosas, ese año fue muy bueno, fue el año en que Erika comenzó a vivir, ¿qué será de todos ellos?, les perdió el rastro cuando tuvo que irse a estudiar a Francia;.

De repente las lágrimas caen al recordar la última noche ahí, le hicieron una fiesta de despedida, tocaron muchas bandas, le regalaron un afiche gigante con las firmas de todos, pero él no estaba, no quiso despedirse, recibió solo una carta de él después de eso, contándole que había ganado una beca para estudiar música en México.

Una noche antes de la fiesta de despedida, habían estado bailando “Baby I love your way” abrazados a orillas de la playa, y es que ellos eran Lelaina y Troy de Reality Bites, se seca las lágrimas y se ríe de aquellas cursilerías de primer amor.

Se oyen pasos…

-Disculpe, ¿ busca a alguien? – le dice un hombre de baja estatura con una escoba en mano.
- Buscaba vida, pero creo que ya la encontré hace 15 años.

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