domingo, 3 de mayo de 2009

¡Pobre huevón!

Pobre huevón , de boca partida
por los labios de una puta,
Ay! de aquel que me refuta
que aquella niña de mirada penetrante
no es más que una chiquilla jugando a ser la amante.

Pobre huevón, que piensa que se hace el interesante
cuando no es más que un pobre diablo dando pena con ese semblante.

Pobre niña de mirada penetrante, que vive en una nebulosa
con sabor a cocaína y cigarrillos de procedencia dudosa.

Yo los observo desde lejos, pero me callo, me callo no por cobarde
sino porque me da pereza levantarme y gastar mis palabras en vano.

Pobre huevón, de “huevos bien puestos”,
¿dónde quedó la testosterona?,
¿se la bebió toda? ¿o se consumió por falta de uso?,
no eres más que una mentira, bueno en parte ya lo sabías,
pero ahora son dos vidas totalmente ficticias.

Y yo los observo desde lejos, con mi copa de vino en la mano
y con un pucho en la otra, con una sonrisa que esbozan mis labios
y con un solo pensamiento que retumba en mi cabeza
“Pobre huevón”.

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